Una pregunta frecuente que nos hacen los clientes cuando vienen a nuestra relojería es por qué tenemos todos los relojes analógicos marcando las 10 y 10. Y no solamente nosotros: en las demás relojerías, joyerías e incluso en las imágenes publicitarias, las manecillas del reloj siempre marcan esa hora.
Tenemos que contaros que no es una casualidad o una moda. Tampoco una preferencia personal de los relojeros (no, las 10 y 10 no es nuestra hora favorita). Hay varios motivos por los que los relojes de agujas se ponen a las 10:10, aunque todas ellas tienen el mismo factor en común: el marketing.
Sí, la elección de la hora está perfectamente calculada. Es marketing puro y duro. Pero, ¿por qué las 10 y 10 y no otra hora? Ahora os lo contamos:
SIMETRÍA
No es novedad que a las personas les guste la perfección. Y la simetría suele ser un símbolo de ella. A las 10 y 10, las agujas del reloj están en perfecta simetría y eso, a nuestro cerebro, le gusta. De este modo, el aspecto del reloj se hace más agradable a simple vista.
VISIBILIDAD
A parte de estético, en esta posición las manecillas del reloj también están completamente desplegadas y no se sobreponen. Además, permite ver con claridad el diseño del reloj y las funciones que este pueda tener, como el calendario o su resistencia al agua. De por si, en el espacio que ocupan las agujas a las 10 y 10, no se suele colocar ningún detalle importante del reloj.
EL NOMBRE DE LA MARCA, BIEN POSICIONADO
Generalmente, la marca del reloj siempre está situada en la parte superior de la esfera, debajo del 12. Si el reloj está a las 10 y 10, las manecillas del reloj hacen de marco perfecto para su nombre, resaltándolo. Aun así, hay marcas que optan por poner su nombre al lado del 3, del 6 o del 9. En ese caso, las agujas del reloj tampoco interfieren con su posición y la marca continúa siendo visible.
¡EL RELOJ SONRÍE!
No, no es una broma. Está comprobado que las agujas del reloj en esta posición recuerdan a una sonrisa. O a un tic. Para nuestro inconsciente, estos son símbolos de felicidad y positivismo. Y eso es lo que pretende el marketing, que cuando miremos un reloj, tengamos una buena sensación. ¿No os parece que un reloj a las 4:40 no os hace sentir de la misma forma?
Ahora ya lo sabes. Que los relojes se pongan a las 10 y 10 no es una casualidad; es su mejor carta de presentación.